Desde las laderas del monte Jungfrau, en Suiza, el granito alpino adquiere una nueva forma. En 1985, Tissot creó una primicia mundial al crear el tiempo a partir de la piedra: el RockWatch. Hoy, regresa, transformando el granito en bruto en una caja de 38 mm, cuya superficie cobra vida con texturas naturales moldeadas por el tiempo. No hay dos relojes iguales; cada uno guarda su propia historia.

Limitado a 999 piezas numeradas en todo el mundo, el Rockwatch se puede encontrar exclusivamente en puntos de venta seleccionados.